Diario sobre railes

Ir por las calles nevadas aunque el termómetro marque bajo cero y se pase un frío tremendo, es un lujo, si si, han oído han oído bien, un placer que da gusto disfrutar de los parajes, de las calles o de ese cielo con toque azafranado. Pero al parecer muchos no lo ven así, lo más fácil sería decir, "Joder, que frío hace".... Vamos, que la cuestión es tener la queja en la boca para desfogarse de una manera simplona. También es común oír: "Que mal tiempo hace, hoy me quedo en casa"... ¿Hace mal tiempo para que? Evidéntemente para ir a la playa, para sentarse en un banco durante horas o para hacer un botellón al lado del río, pero ¿y si pruebas a un café al lado de una cristalera con un amigo? ¿o fotografiar la estampa más bonita?
Los días pasan y nos aproximamos de nuevo a la Navidad, fechas que bajo la opinión de un humilde narrador, están hechas para que derrochemos, nos emborrachemos y para que seamos felices, pero permítanme que discrepe porque ya me empiezo a cansar de la misma historia. He aquí el análisis navideño:

El año como todos ustedes saben tiene 365 días,¿verdad?, y ahora bien...¿ En Navidad nos tenemos que pegar un atracón parental de 5 o 6 comidas para que todos seamos una familia? ¡Venga ya! y además es que el plantel es similar, suelen estar los mismos miembros sentados hasta en las mismas posiciones del año anterior. En la mesa, casi toda la totalidad cubierta con platos a rebosar de los cuales sobrará la mitad de la comida, que espero que por lo menos no se tire.
Luego, vayas por donde vayas te encontrarás a un gordo de lo más ridículo con un traje rojo y blanco aterciopelado que vive en el polo, que traerá regalitos sólo a unos cuantos ... Desde luego si no fuera un empleado disfrazado le pegaría una patada en su tripa rellena de cojines.
Ya por el día 22 de diciembre, todos unos ilusos, esperamos a que unos niños repetitivos y mareantes sacando bolitas de un bombo, nos solucionen la vida con un premio, pero siempre estamos igual, no se porque nos hacemos ilusiones en que te comprarías si te tocara si las posibilidades son más que remotas.
Llega el día 24, el Niño Jesús está a punto de nacer, ¿Qué podemos hacer para celebrarlo? Mira lo que podemos hacer es estar desde la una del mediodía hasta casi la hora de cenar, bebiendo como cosacos durante todo el día y luego nos juntamos con nuestra familia, así nos ven templados en la cena, picoteas un poco porque tu estómago está lleno de alcohol y te vuelves a marchar a seguir bebiendo en la comunidad de amigos porque son las 12 y el Niño ha nacido.
¡Anda! ¡Si algunos tienen regalos el 25! debió dejarlos el jodido seboso al que quería patear con anterioridad jaja. En mi caso como le odio de tal forma por mi casa no se atreve a pasar.
Ahora toca la cena de empresa o de amigos, en el primer caso alguno intentará cuidar los actos de posible euforia debidos a la alcohol, pero siempre estará el típico que se la cojera tan gorda que hará el ridículo durante toda la cena. Y en el segundo caso quedarán todos los amigos en el plan cena de lujo, con litros y litros de cerveza y sangría para desinhibirse y poder reventar los pubs sin ningún tipo de vergüenza, que a diferencia de otros sábados será que en vez de llevar camisetas como en un fin de semana, en esta ocasión tan especial se pondrán camisa y zapatos.
¡Chicas y chicos.... Fin de año!!! bueno las chicas ya tendrán comprado el vestido de meses atrás y estarán cuidando su figura para que no se le quede pequeño, todo esto comentándolo con sus amigas los trazos y colores de su indumentaria como tema común de conversación. Los chicos diréctamente irán al armario el mismo día 31 a las 20:00 y cogerán lo primero que pillen, no les importa que no sea nuevo ni que se lo pusieran otro año, la cuestión es simple y llanamente salir del paso y quedar bien ante la crítica popular. Otra borrachera diurna...otra cena angustiante... pero esta vez tenemos que comer 12 uvas al ritmo frenético de los cuartos, viendo a Ramón García y su capa de conde Drácula. Nos propondremos como estúpidos cambiar algo de nosotros, dejar de fumar, ser mejores personas.... ¡Menuda memez! ¿Y por qué tiene que ser ese día? ¿cuantos de los que se proponen algo luego lo cumplen?. Vámonos a la discoteca, que hay que seguir bebiendo y hay que felicitar el año a todos los que hay dentro, aunque luego no signifiquen nada para ti, felicitar el año a desconocidos parece que es el protocolo. Conga, cotillón, puros regalados de la boda de tu primo, trajes, vestidos... Y que llegas a casa con el sol en todo lo alto con una sonrisa desencajada.
Me permito saltarme la comida del 1 y del 6 que en los dos casos comes con una resaca de escándalo... ¿Los regalos? un detalle que alegra pero seguimos derrochando...

.... A pesar de mi pensamiento, a esas personitas que en realidad me han tocado el corazón e indirectamente me hacen y me han hecho ser mejor persona, les deseo que sean felices y que cumplan sus retos y sueños personales.

Ah! se me olvidaba amigo Carlos, busca el motivo por el que tienes que vivir, y sino lo tienes sal y ve a ver el coche

• 
• 
• 
• 
• 

Érase una vez, un muchacho de lo más peculiar, un tanto reservado en ciertos aspectos aunque de buena palabrería. Al parecer le gustaba mucho mandar mensajes de esos llamados de "entre líneas" pero por el contrario los odiaba recibir porque no sabía interpretarlos por muchas vueltas o explicaciones que buscara en su cabeza. Un día, se prometió que en cada momento haría lo que le apeteciera hacer o decir sin callarse nada, eso si, siempre intentando calcular y medir sus palabras, por supuesto que sin ofender a nadie.
Ese día el muchacho salió de su casa con el rostro altanero, a partir de aquella promesa no se iba a dejar eclipsar por el miedo que le causaban los pequeños baches que se le plantearan. No pudo evitar pensar en unos momentos de soledad todas aquellas situaciones en las que se acobardó y a raíz de eso nació la incógnita del que pudo ser y no fue, una aterradora duda que pesaba demasiado y era consciente de que se arrepentirá por el resto de su existencia.
Pasaban los días y poco a poco se iba haciendo al papel de corazón valiente, no le resultaba fácil decir adiós de un plumazo a sus prejuicios anteriores, y cuando se le planteaba una situación embarazosa, donde el temor se podía percibir, se repetía para sí mismo: "se fuerte, se fuerte...". Al muchacho le llegó el momento de jugársela, necesitaba estar en sus sueños, se veía con ganas pero un fuerte pánico le abordaba el corazón. El sabía que ya no se podía echar atrás, eso fue su vida pasada.... esta vez se la tenía que poner todo el empeño del mundo para ser valiente y actuar como guerrero en primera línea de batalla, sin importarle si en esa acción le llegara la muerte.
Y así fue, se lanzó al vacío echando a los leones su "yo pasado", siguió el guión que le iba dictando el corazón, parecía el escenario perfecto para salir victorioso... pero el muchacho cayó fulminado como si le hubieran clavado un tomahawk en las costillas.
Más adelante el muchacho, tras superar el varapalo anterior, analizó su acción anterior, imaginó su vida sino hubiera fracasado en su día, pero posteriormente se daría cuenta que luchó y murió como un poeta guerrero.

• 
• 
• 
• 
•